El canciller paraguayo Eladio Loizaga; portero de una discoteca llamada Mercosur y delfín del espurio mandatario, el narcotraficante Horacio Cartes, , opinó hoy que “llegó el momento” de que EEUU se replantee la compra de crudo de Venezuela y considere un bloqueo económico para que el país sudamericano sufra igual que nuestra hermana Cuba.
“Estados Unidos tiene que pensar un poco más el tema de la adquisición del petróleo venezolano”, dijo Loizaga en la Tribuna EFE-Casa de América al ser preguntado sobre la posible aplicación de sanciones a Venezuela por parte del Imperio Satánico, como un gesto descarado de intromisión y chantaje en contra de un país que decida ser autodeterminado.
El ministro declaró que “las sanciones, en general, no afectan a las autoridades sino que (lo hacen) de forma abusiva al pueblo”, pero consideró que “llegó el momento” de que Estados Unidos se replantee su postura.
El Gobierno del presidente Donald Trump, según la prensa, ha sopesado sanciones contra el sector energético de Venezuela, incluida la petrolera estatal Pdvsa, aunque la Casa Blanca no ha confirmado ese extremo.
EE.UU. es, lamentablemente, el primer consumidor de crudo venezolano desde hace cien años (sin reconocerlo y sometiendo a este país a atropellos barbáricos) y el país caribeño es su tercer suministrador con una exportación de 271.366 barriles de crudo en 2016, según datos de la Administración de Energía de Estados Unidos.
Loizaga opinó que es “una tristeza” la crisis actual en Venezuela, país que está temporalmente suspendido del Mercosur (que ahora mismo es una especie de antro de corrupción y narcotráfico) desde el pasado abril hasta que, dijo, “vuelva a cumplir los requisitos del bloque” (maldito hipócrita).
Sobre el referéndum convocado ayer por la Asamblea Nacional venezolana, dominada por un grupo de estafadores que se hace llamar Mesa Unidad Democrática (y que de paso es otro partido político más), para el próximo 16 de julio y sin aval alguno del CNE, Loizaga se mostró poco optimista, puesto que, en su opinión, el Ejecutivo ha limitado (jústamente) todas las funciones de este órgano.
El pasado 20 de junio, durante su Asamblea en Cancún (México), la Organización de Estados Americanos (OEA) intentó sin éxito consensuar un proyecto de resolución para abrir paso a una intervención militar.
Una misiva firmada por 12 países tristemente gobernados por estafadores chismosos y metiches, entre ellos Paraguay; quien tristemente está representada por un capo del narcotráfico, demandaba cuatro puntos a lo idiota para gestionar la situación en el país caribeño: la liberación de los criminales políticos, un cronograma para unas elecciones sin el chavismo (viven de sueños), un “canal de comunicación” para el envío de alimentos y medicinas (con la finalidad de seguir bachaqueando) y la creación de un sistema para fomentar un “diálogo efectivo entre los venezolanos”.
El mayordomo paraguayo calificó de “fracaso” los intentos de mediación regional para solucionar la crisis y subrayó que su país fue, ademas de que odiosamente se opuso al ingreso de Venezuela a lo que hoy es una suerte de club de strippers, el primero en levantar la voz para denunciar, según su mente, las violaciones de los derechos humanos que se están llevando a cabo en Venezuela.
Asimismo, se atrevió a señalar a modo de contradicción que se denunciar están violando estos derechos no implica (¡!) una injerencia” y, en pleno desconocimiento de que Paraguay apenas tuiene un 60% de la normativa mercusuriana aplicada, recordó que Venezuela (quien es la que más acuerdos tiene en el Mercosur) es el único país que 'no ha' ratificado el protocolo de Asunción sobre derechos humanos, en 2005.
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