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domingo, 30 de julio de 2017

[OPINIÓN MIA Y PERSONAL] Cuando marchar no tiene sentido



































Es un hecho de que el Presidente Obrero Nicolás Maduro, no ha cedido, lo mismo tampoco ha hecho la oposición; quienes invitan a los más pendejos a destrozar el país para que la comunidad internacional,  conformada por metiches que se hacen llamar "Defensores de la Democracia" ( idiotas que defienden un sistema económico opresor), justifiquen una invasión a Venezuela cual guerra en Irak escenificada.




Pero no ha sido nada fácil para ellos, pues han tenido que asesorarse por medio de una maestría en populismo dictada por especialistas en estafa de masas. Es cierto que la debilidad de la clase política gobernante en Venezuela ha impuesto medidas que han sido desvirtuadas y que su lenguaje es a una defensiva que resulta pasionaria y obtusa (el exceso de orgullo politiquero ahoga a esta clase), pero el líder de la revolución ha jugado esta vez de forma inteligente; pues ha recurrido a una instancia que la oposición venía dibujando pero que después desechó para dar cabida a una agenda decididamente desesperada y rebuscada de salir de una dictadura imaginaria.

Por supuesto, los diputados se autodesmoronaron su fachada de salvadores de la democracia para sacar a relucir el horroroso hecho de que nunca han reconocido la constitución actual. Además de que todos estos años que han saboteado la revolución y su incidencia en el porvenir de la patria. Esta vez no ha sido la excepción. Evidentemente porque ahora se adueñaron (por medio de votos obtenidos de las personas a las que engañaron) de un poder legislativo al que convirtieron en una fachada, en una suerte de cuartel general en el que fraguan, hasta hoy 30 de julio, los planes para asfixiar al país por medio de descalabros económicos y morales que más tarde atribuyen al gobierno.

Y ahora mismo, teniendo en cuenta el aderezo de que hicieron al ministerio público un espantapájaros donde se posan cuervos. Igual que algunos allegados a la revolución en el pasado que ahora juegan a boicotear el legado de Chávez gracias a que administran medios de comunicación importantes con recursos destinados por los gobiernos de Chavez y Maduro. (Eva Golinger, esto es contigo).

Ahora bien, la constituyente es un hecho. Mañana ha de nacer porque sí; al menos de que las matemáticas jueguen a favor de unos pocos estafadores. Esas matemáticas consisten en:

1. Que el número de votos sea menor al número de convocados a la ANC (< 600 aproximadamente). Así sea un voto, sería suficientemente válido la activación de la asamblea.
2. Que el número de abstención se tomado en cuenta a la hora de anular las elecciones.
3. Que Maduro decida invalidar, por medio de una solicitud al CNE, los resultados obtenidos. Puesto que, según los estafadores, el PSUV, es el único partido político que participa en este sufragio; pues la oposición se opuso, incluso, a la misma Constitución.
4. Que los guarimberos cumplan la orden de quemar a todos aquellos que salgan a votar, para que el miedo gane y también la abstención sea tomada en cuenta.

Ninguna de esas opciones matemáticas tiene sentido de lógica, puesto que Maduro ha resultado ser demasiado inteligente como para llegar a esa instancia. Créeme, amigo lector o amiga lectora de este artículo, que ahora las fuerzas deben concentrarse en dejar que todo fluya y que sea esta iniciativa una materialización de una decisión tomada por el líder heredero de la Revolución Bolivariana. Que en estos meses reine la paz y la sabiduría; que las cosas se arreglen y se endereze la economía por medio de esta iniciativa que va a traducirse en una carta magna que primero deberá pasar por una consulta popular. El sabotaje seguirá, pero habrá medidas para contrarrestar este y todos los flagelos. Amén.

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