No decepcionó. Aún así, fue hasta ahora el mayor fracaso de 2017. De hecho, la película no logro tan siquiera igualar los US$ 250 millones a nivel mundial puesto que apenas logró un acumulado de alrededor de US$ 190 millones. Suponiendo de esta manera una pérdida de US$ 60 millones para una película que fue rodada en Shanghai bajo la dirección de Rupert Sanders y que además contó con una inversión muy marcada de capital chino.
A pesar de que fue un fracaso de proporciones mayúsculas, la película tuvo muy buena recepción en Japón; país donde viene la versión animada de 1995 y que tuvo su secuela en 2008 (corregir si me equivoco). Los críticos de cine de ese país restaron importancia a la controversia sobre el color de la piel de la protagonista, puesto que la trama; a pesar de ser diferente a la versión animé, les resultó entretenida (igual que a mí).
Creo que la película no debió ser estrenada en un momento en que se debía analizar si películas como "La Bella y La Bestia" y "Rápidos y Furiosos 8" pudieron liderar taquilla. Una lástima.
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